¿Qué es la renta variable?

La renta variable es una de las vías para invertir más populares, sobre todo, si buscas rentabilidades altas a largo plazo. Aunque conlleva más riesgo que otros instrumentos, su potencial de crecimiento la hace ideal para diversificar carteras. En estas líneas veremos en detalle qué es la renta variable, los distintos tipos que hay, su funcionamiento y cómo empezar a invertir. También analizaremos cómo invertir con fondos de inversión especializados.
Renta variable: definición y funcionamiento
La renta variable es un tipo de inversión en el que la rentabilidad y la recuperación del capital no están garantizados. A diferencia de la renta fija, donde el rendimiento suele ser m ás predecible, en la renta variable el beneficio depende del comportamiento del activo en el mercado.
En otras palabras, quien invierte en renta variable adquiere una participación en el capital de una empresa. Por ende, su ganancia estará ligada a la evolución del precio de ese activo y, en ocasiones, al reparto de dividendos.
Invertir en renta variable con ejemplos concretos
Comprar acciones de una empresa cotizada en bolsa. Por ejemplo, adquirir acciones de Telefónica o Inditex.
Invertir en fondos de renta variable que replican un índice bursátil, como el S&P 500 o el Euro Stoxx 50.
Adquirir ETFs centrados en sectores emergentes, como el tecnológico (la IA) o energéticos (la sostenibilidad está en auge actualmente).
Tipos de renta variable
Aparte, la renta variable abarca un conjunto amplio de instrumentos financieros, entre ellos, podemos indicar:
Acciones. Títulos que representan una participación en el capital de una empresa. Al comprar acciones, el inversor pasa a ser accionista y tendrá derecho a recibir dividendos si se reparten.
Fondos de inversión de renta variable. Vehículos de inversión colectiva gestionados por expertos que invierten en una cartera diversificada de acciones.
ETFs (Exchange Traded Funds). Fondos cotizados en bolsa que replican el comportamiento de un índice. Combinan la diversificación de un fondo con la flexibilidad de una acción.
Derivados (opciones y futuros). Productos para especular con la evolución del precio de activos de renta variable. Son arriesgados y exigen conocimientos avanzados.
Criptoactivos o criptomonedas. Aunque no están regulados de forma homogénea, algunas criptomonedas, como Bitcoin o Ethereum se comportan como activos de renta variable por su volatilidad y cotización en mercados secundarios.
¿Cómo funciona la renta variable?
A su vez, el funcionamiento de la renta variable se basa en la compraventa de activos en mercados financieros organizados. Su precio lo marca la ley de oferta y demanda, que está influenciada por múltiples factores externos e internos.
Así, el inversor puede obtener rentabilidad a través de:
Plusvalías: ganancias obtenidas al vender un activo por un precio superior al de compra.
Dividendos: son parte de los beneficios empresariales de una empresa, que se reparten entre sus accionistas.
Los valores de renta variable se negocian en mercados regulados como la Bolsa de Madrid o bolsas internacionales. Lo mejor de esto es que hay transparencia y liquidez total.
Ventajas y desventajas de la renta variable
Como cualquier otro tipo de inversión, la renta variable, por sus características, presenta ventajas y desventajas a continuación mencionamos algunas de ellas:
Ventajas | Desventajas |
---|---|
Potencial de rentabilidad superior en el largo plazo | Mayor volatilidad y riesgo de pérdida de capital |
Participación en beneficios empresariales | Requiere seguimiento continuo del mercado |
Alta liquidez en mercados regulados | Sensibilidad ante factores macroeconómicos y políticos |
Diversificación geográfica y sectorial | Incertidumbre en rentabilidad |
Factores que afectan a la renta variable
En línea con esos condicionantes externos e internos, el comportamiento de los activos de renta variable está condicionado por varios factores de distinto tipo, como:
Macroeconómicos: inflación, tipos de interés, crecimiento económico…
Empresariales: resultados financieros, planes estratégicos, gestión directiva…
Políticos y regulatorios: cambios legales, tensiones geopolíticas, reformas fiscales…
Globales: pandemias, conflictos bélicos, innovación tecnológica…
Cualquiera de ellos, como se ha demostrado a lo largo de la historia, provoca subidas o bajadas abruptas en el precio de los activos.
10 Estrategias para invertir en renta variable
Lo que también es obvio es que invertir en renta variable requiere planificación. Para eso, estas 10 estrategias son muy comunes:
Buy & Hold: comprar acciones o fondos de inversión y mantenerlos a largo plazo.
Inversión en valor (Value Investing): buscar empresas infravaloradas con buenos fundamentales. Aquí te explicamos cómo funciona un fondo de inversión, muy útil en este caso.
Inversión en crecimiento (Growth Investing): apostar por empresas con gran potencial de expansión.
Diversificación: combinar activos de distintos sectores y regiones, incluyendo la ya citada renta variable internacional.
Inversión indexada: replicar el comportamiento de índices bursátiles con bajo coste.
Dollar Cost Averaging: invertir periódicamente la misma cantidad, minimizando el impacto de la volatilidad.
Análisis técnico: tomar decisiones según patrones gráficos de precios.
Análisis fundamental: estudiar balances, ingresos y márgenes de beneficios. En Openbank te detallamos las diferencias entre análisis técnico y fundamental.
Rotación sectorial: cambiar de sector según vaya evolucionando el ciclo económico (tecnología, energía, consumo, etc.).
Inversión temática: apostar por tendencias como la inversión en y con inteligencia artificial o en el cambio climático.
Cómo y dónde invertir en renta variable
En cuanto a cómo o dónde, hoy en día puedes invertir en renta variable a través de un banco, bróker o plataformas online. Pero, antes, es recomendable:
Definir tu perfil de riesgo y tus objetivos financieros.
Analizar tu horizonte temporal de inversión.
Calcular y valorar los costes asociados: comisiones, fiscalidad, etc.
Fondos de inversión de renta variable
En cuanto a los fondos de inversión de renta variable, son idóneos si quieres delegar la gestión en expertos y acceder a mercados globales con una sola operación. Como hemos avanzado, estas son algunas de sus ventajas:
Gestión profesional.
Diversificación instantánea.
Posibilidad de elegir entre gestión activa o pasiva.
Acceso a renta variable internacional.
Veámoslo con un ejemplo o caso práctico. Un inversor destina 8.000 € a un fondo indexado al MSCI Emerging Markets. Así, consigue exposición a mercados emergentes diversificados en Asia, Latinoamérica y Europa del Este, sin elegir acciones individuales.
En resumen, comprender qué es la renta variable y cómo funciona es básico para invertir. Da oportunidades rentables, especialmente si la estrategia está bien definida. Con acciones, ETFs o fondos de renta variable, participas en el crecimiento global. Pero, mantente informado y diversifica. En Openbank puedes profundizar en educación financiera y descubrir nuevas vías de invertir en renta variable con herramientas seguras y fiables.
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